✅ Check-in espiritual
✍🏻 Mabe Andrada
¿Alguna vez te pasó que llegaste a la oración con el corazón cargado… y se deshizo en lágrimas? ¿Sentías que querías decirle tantas cosas a Dios… pero Él solo escuchó tus sollozos?
Muchas veces, muchos nos hemos sentido a sí. Quizás quisiéramos decirle: “Señor, que se haga tu Voluntad", pero nos encontramos atragantándonos con un: “Ya no más, Señor, no puedo más…".
Dios escucha esas oraciones. No es sordo a nuestras lágrimas. No es indiferente. De hecho, quizás desde su Cruz podamos escucharle decir: “Sufro contigo".
Si hoy tienes una pena grande, déjala en sus manos. Sus manos crucificadas.
Si hoy tienes un dolor hondo, confía en que Él sana. Quizás no según nuestras fórmulas, tal vez no anestesiando el sufrimiento… pero dándole un sentido nuevo, pleno, verdadero.
📌 Preguntas para reflexionar:
¿Le hablo a Dios de mis dolores… o pretendo estar bien, incluso ante Él?
¿Creo verdaderamente que Él me escucha, me entiende, me quiere?
¿Seré capaz de ver en mis dolores un propósito?
🍿 Algo para ver este fin de semana
✍🏻 María Claudia Arboleda
En un viaje reciente, tuve la oportunidad de ver Wicked en el avión. Tenía cierto recelo (por la temática, por el enfoque mágico y porque escondiera ciertas ideas de las que no vale la pena acoger), pero algo me impulsó a darle una oportunidad… ¡y me alegro de haberlo hecho! No me pareció tan mala como creía y, si sabes mirar más allá, te deja un mensaje que resuena.
La historia presenta a dos brujas: una rubia, carismática, amada por todos, siempre vestida de rosa; la otra, verde, marginada, nacida en condiciones dolorosas.
Esta segunda es hija de una madre infiel y de un hombre marcado por el alcohol, un licor verde que, simbólicamente, deja su rastro en la piel de la niña. Desde su nacimiento, ella carga con el peso del pecado de otros, con una diferencia que nadie entiende y que todos rechazan. No eligió ser así. Pero el rechazo constante, el bullying, la exclusión, la empujan hacia un camino oscuro.
¿Cuántas veces pasa eso en la vida real? ¿Cuántas veces el “mal” que vemos en otros es la respuesta a una herida no sanada, a una historia no escuchada?
Wicked, en el fondo, habla del poder de las decisiones, pero también del poder del entorno. Nadie está determinado por su origen, pero todos somos influenciables. Y muchas veces, el mundo, con su crueldad, contribuye a que las personas se aparten de la luz.
La película me dejó pensando en cómo nuestras acciones afectan a otros, en cómo juzgamos sin conocer, en cuántas veces etiquetamos como “malos” a quienes simplemente no fueron amados.
Y también en la gran responsabilidad que tenemos al mirar: una mirada de amor puede sanar; una mirada de juicio puede hundir.
📚 Si no sabes qué leer…
✍🏻 Mabe Andrada
“Jesús, el novio: la historia de amor jamás contada” de Brant Pitre es un libro re-co-men-da-dí-si-mo. Muy profundo, así que quizás te convenga leer de a poco. Mejor aún si puedes llevarlo a la oración (también de a poco, al menos a mí me ha ayudado hacerlo así).
Propone una interpretación profundamente bíblica del matrimonio espiritual entre Cristo y la Iglesia, tal como San Pablo lo enseña. Pitre muestra que la Pasión no fue simplemente una ejecución, sino la consumación de un pacto nupcial eterno anunciado desde el Sinaí y prefigurado por las bodas judías.
Hace reflexionar... ¿Qué significa que la muerte de Jesús sea comparada con el amor de un marido? ¿Por qué San Pablo lo llama “el gran misterio”?
El autor extrae claves de las Escrituras y la tradición judía para revelar que toda la historia de la salvación —del Sinaí al Calvario— es, en esencia, una gran historia de amor divina.
¿Quieres descubrir cuánto te ama Dios? ¿Creer en el Jesús enamorado locamente por ti? Entonces, este libro tiene que llegar a tu biblioteca.
⛪ Lo dijo el Papa (y nos encantó)
✍🏻 María Claudia Arboleda
Hace unos días, un grupo de misioneros digitales recibió una visita inesperada en la Plaza de San Pedro: ¡el Papa!
Con una sonrisa serena y una mirada llena de fuego, les recordó que “nuestra misión es anunciar la paz al mundo”.
No cualquier paz, sino la que proviene del Resucitado, en medio de un mundo desgarrado por guerras, enemistades y rupturas. Y es una paz que no se queda en palabras: se testimonia con la vida. Por eso, les pidió no contentarse con alimentar redes, sino con sembrar esperanza: “nutran las redes sociales con la esperanza cristiana”, dijo, “sean discípulos misioneros que llevan el don del Resucitado”.
Pero el Papa no se quedó en lo abstracto. Hizo cinco llamados concretos que son una brújula para todos los que evangelizamos en entornos digitales:
Cultivar un humanismo cristiano, donde la tecnología no aplaste la dignidad humana
Construir redes de amor, de intercambio gratuito, donde la amistad sea auténtica y profunda
Tercero, vencer la lógica de la división, el individualismo y las fake news con la belleza de la verdad
Redescubrir la mirada, esa que libera y transforma más que mil palabras
¡Centrarlo TODO en Cristo!
“Esta es la hora del amor”, repitió, con una fuerza que aún resuena. No es tiempo de encierros ni de discursos frívolos. Es hora de salir, de mirar, de anunciar, de amar.Esta intervención no solo fue para influencers. Fue para todos. Todos los que compartimos un mensaje, todos los que tenemos contacto con otros, todos los que usamos las redes como medio. Porque el mundo digital no es un mundo aparte: es mundo real, con personas reales.
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Gracias, muy atinado lo que planteas, esa es mi lucha constante. Creo y le pido a papito Dios que aumente mi fe para así aceptar su voluntad.
Muchas gracias por sus palabras, siempre llegan en el momento tan difícil. Yo tambien decía en estos momentos, ya no puedo más, pero sus palabras me han dado ánimo, ,sé que Dios nunca nos deja solos. Necesito de sus oraciones. Gracias Dios los bendiga eternamente, no saben cuánto nos ayudan, con sus mensajes. Un abrazo desde Trujillo Perú.